Jordi Greenham: Así es cómo pude triunfar tu startup con equipos internacionales

Las condiciones globales han propiciado que en poco tiempo más y más startups recurran al trabajo remoto. Estas nuevas formas de organización implican nuevos retos, sobre todo si se trabaja con equipos multiculturales.

Sin importar que solo una parte del equipo, o todo, se encuentre en diferentes zonas geográficas, liderar a distancia puede ser complicado; exige disciplina y, quizás, un esfuerzo mayor para concretar procesos. En contraste, el trabajo a distancia no deja de crecer en popularidad, de hecho, este modus operandi se ha vuelto dominante en organizaciones internacionales.

La comunicación, por sí misma, no es algo sencillo, tampoco es imposible. Lo importante, como siempre, es tener claras nuestras ideas. Pero, ¿por dónde empezar?

Estructura
“Conócete a ti mismo” es una frase que bien puede resumir este punto. Hablamos de metas, objetivos y valores claros. Planes definidos y una estrategia de apoyo. Una estructura bien establecida no solo es un indicador de estabilidad, también lo es de crecimiento. Para eso, los canales de comunicación deben de ser consistentes y, sobre todo, eficientes. 

Usa la tecnología a tu favor; explota las diferentes ventajas de las múltiples plataformas. Hazte valer de canales específicos para enviar mensajes específicos. ¿En qué momento es mejor un e-mail?, ¿cuándo es pertinente una videoconferencia? Si bien un call no puede superar una reunión física, sí es capaz de solventar los pormenores del lenguaje escrito. De cualquier modo, lo recomendable es programar reuniones en persona, al menos una vez al año.

Conoce a tus colaboradores
Ser parte de una economía global significa relacionarse con una multitud de ideas y culturas diversas. En ese sentido, cuando hablamos de innovación, es preciso tener en mente aquellos elementos que no solo beneficien a la empresa, sino que sean atractivos para el talento. En otras palabras, date el tiempo de conocer a tus empleados, también como persona. La distancia no impide desarrollar empatía. La experiencia humana puede construirse de muchas formas, de modo que no es imposible hacerlos sentir apreciados.

¿Qué hora es allá?
Por supuesto, no solo se trata de un idioma distinto, se trata de protocolos sociales, fiestas, legislación laboral, zonas horarias, religiones, tradiciones. Estamos de acuerdo en que la risa es universal, aunque el humor no lo sea. Este acercamiento es indispensable; incluso, la percepción del poder dentro del equipo puede verse afectada si las diferencias no son reconocidas, lo que empeora si el liderazgo se mantiene a raya de tales problemáticas.

Siguiendo esta idea, adaptación y flexibilidad se vuelven imperativas. Si bien hay cosas que deben fijarse desde el principio, como los horarios de trabajo, responsabilidades, objetivos y expectativas, lo mismo debe ser posible adecuarse a determinada situación. El trabajo remoto, de alguna manera, ha borrado la línea entre hogar y espacio laboral, tanto como ha transformado las nociones acerca de la productividad. ¿Qué periodos resultan más productivos? ¿Realmente urge un horario fijo o es posible otra disposición del tiempo? ¿Cuáles son las necesidades del equipo? Piensa en calidad antes que en cantidad.

Confía
Una relación de trabajo remoto puede requerir cierto control, específicamente, para estar al tanto del desempeño y estado general del staff. Esto no es nuevo en absoluto. No obstante, a distancia, los resultados pueden ser más evidentes, en especial, cuando nos referimos a la confianza. 

En realidad, este es el derrotero de un equipo que se relaciona de forma sana. Más allá de las limitantes propias de la tecnología, necesitamos pensar en cómo esta es capaz de superar sus propias barreras, de construir nuevas relaciones humanas. 

Sin duda, quienes abracen el cambio serán quienes encabecen la vanguardia del futuro.  

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