Las autoridades sanitarias locales han confirmado un caso extremadamente raro de la peste bubónica, también conocida como la “muerte negra”, que evisceró poblaciones en la Edad Media, en la región china de Mongolia Interior, informa The New York Times.
En noticias igualmente aterradoras, los funcionarios de salud de Florida anunciaron un nuevo caso, aunque extremadamente raro, de una “ameba devoradora de cerebros”, un organismo que puede causar una infección cerebral a veces mortal.
Es un claro recordatorio de que aunque la pandemia del coronavirus nos ha golpeado duro, otras preocupaciones de salud acechantes no han desaparecido mágicamente.
Las autoridades han lanzado una advertencia a los ciudadanos locales sobre la caza, la alimentación o el transporte de animales salvajes potencialmente infectados, incluidas las marmotas.
Una forma diferente y mucho más mortal de la plaga, llamada la plaga neumónica, fue confirmada en dos casos en noviembre, según informa el Times. A diferencia de la peste bubónica, la peste neumónica puede ser transmitida de persona a persona a través de gotas respiratorias.
La peste bubónica es mortal en alrededor del 30 al 60 por ciento de los casos, pero puede ser tratada con un cóctel de antibióticos. La peste neumónica es aún más mortal.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se reportan un promedio de siete casos de plaga humana por año en los EE.UU., y entre 1.000 y 2.000 en todo el mundo.
Mientras tanto en los EE.UU., el Departamento de Salud de Florida informó de una rara infección de la Naegleria fowleri, más comúnmente conocida como “ameba devoradora de cerebros”, según la BBC.
Como su nombre lo indica, los organismos unicelulares atacan a las células cerebrales y causan una variedad de síntomas graves después de entrar en el cuerpo a través de la nariz. Es extremadamente raro sobrevivir a tal infección, y la mayoría muere en una sola semana. Afortunadamente, no puede ser transmitida de humano a humano.
Las autoridades aconsejan al público que evite el contacto nasal con el agua de masas de agua abiertas, incluyendo lagos, ríos y estanques.
Afortunadamente, tal infección es extremadamente rara. Sólo hubo 34 casos confirmados entre 2009 y 2018, según el CDC.
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Futurism.com