Después de un año de probar tecnologías ambientales para una empresa privada, la cofundadora Patricia Ayma desarrolló un proceso para la producción de bioplásticos utilizando bacterias. El sistema convierte la materia orgánica, como el desperdicio de alimentos, en un producto que puede usarse como una alternativa biodegradable a los plásticos de un solo uso. “Me di cuenta de que era una tecnología simple para llevar a la sociedad, que beneficiará a todos”, nos dice.
La startup de biotecnología comenzó su fase piloto cerca de Barcelona, en una planta de supermercados BonArea, donde pudieron desarrollar y probar la tecnología a escala industrial con un cliente potencial. Ayma planea impulsar la innovación hacia dos sectores: los productores de residuos orgánicos que desean reducir los costos de gestión de residuos y las empresas interesadas en comprar los bioplásticos para diversas aplicaciones.
El equipo cerró recientemente una ronda de inversión de más de 2 millones de euros, lo que les permitirá abrir una planta de 33,000 pies cuadrados para comenzar la producción en la caja VE: un contenedor portátil de gestión de residuos que se transformará Residuos orgánicos en plásticos biodegradables.
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TechCrunch
2019-11-23 02:10:29