Una burbuja NFT se está apoderando de la economía del trabajo
Dos tercios de los autónomos de EE.UU. dijeron a Fiverr que están prestando servicios a la industria NFT. ¿Pero es sostenible?
Dos tercios de los autónomos de EE.UU. dijeron a Fiverr que están prestando servicios a la industria NFT. ¿Pero es sostenible?
Hacer un trabajo satisfactorio se ha convertido en un consejo profesional omnipresente, pero nadie debería depender de una sola institución social para definir su sentido del yo.
Hace tiempo, ser más rico significaba trabajar menos.
Muchos empleados y empresas quieren encontrar nuevas formas de trabajar, pero la legislación gubernamental está anclada en el pasado.
A medida que el diseño de las oficinas evolucionó durante el siglo pasado, una característica permaneció: el objetivo de llenar tu vida con más trabajo.
Los casos judiciales y un nuevo proyecto de ley de la Comisión Europea están minando la controvertida industria. Lo que venga después puede ser muy diferente.
¿Y si te dijera que la “Gran Resignación” no se trata realmente de “renunciar”?
Amelia Whelan utilizó las redes sociales como acelerador de su comunidad de ventas. Entonces las cosas estallaron.
Mientras nos asomamos a la esquina de la pandemia, hablemos de lo que queremos hacer -y no hacer- con el resto de nuestras vidas.
Nos guste o no, la forma de trabajar ya ha evolucionado.
¿Qué podemos aprender de la caída en desgracia de estas tres palabras de moda? En 2021, el discurso sincero en línea se subvierte muy rápidamente. En ningún lugar es más evidente que en el auge de los memes “gaslight, gatekeep, girlboss”. Se trata de una parodia del adagio motivacional menos favorito de todo el mundo, … Más
El tropo era infantilizante y sexista. Para muchas mujeres, también era esencial.
Gaslight, Gatekeep, Girlboss, “La Girlboss” es uno de los trucos más crueles que ha perpetrado el capitalismo. Nacida a mediados de la década de 2010, era simultáneamente una fantasía de poder y una promesa utópica.
Los lugares de trabajo de las Girlboss se enfrentan a un ajuste de cuentas. ¿Y qué sigue ahora?
En lugar de optimizar el trabajo, la tecnología ha creado un aluvión incesante de notificaciones e interacciones. Seis meses después de la pandemia, la situación es peor que nunca.